
Uno de los síntomas secundarios que más preocupa a los enfermos que comienzan un tratamiento oncológico es la caída del cabello. Esta alopecia, es un efecto secundario frecuente cuando se reciben, sobre todo, sesiones de quimioterapia porque la acción de los distintos fármacos sobre el folículo piloso provoca una destrucción del mismo y por tanto la pérdida del pelo.
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